Mientras veía las fotos en la computadora junto a Gabriel y le decía ese bebé eres tu, un sonrisa aparecía en mi rostro, pero tambien algo de nostalgia.
Ya ha pasado 9 meses desde que Gabriel llegó, ya es el mismo tiempo que pasó en mi barriguita y es increible todo lo vivido en estos meses. Ya mi Gabriel es una personita, ya podemos jugar juntos, ya ríe cuando le hago morisquetas o le canto, ya reconoce a papá, se emociona a montón cuando ve a su mascota gatuna y se ríe a carcajadas cuando Ron se le acerca. Ya tiene 4 dientes y no siente temor alguno en abrir la boca y probar sabores diferentes.
Sin embargo hoy llega a mi esa nostalgia por mi bebé recién nacido, por esos momentos divinos cuando era chiquitito y se acunaba como bolita en mi pecho para sentirse seguro.
Hoy entiendo a mis papás al vernos a mi hermano y a mí ya adultos. Entiendo el sentimiento de mi papá el día que me casé y entiendo como se enternecía al verme con mi panzota y decirme: "Hace nada tú estabas así en la barriga de tu mamá"...
El tiempo pasa volando, los segundos corren, mi bebé crece cada día y yo seguiré guardando eternamente en mi corazón, todos estos minutos junto a mi bebé...
