Han pasado unas
cuantas semanas desde mi última entrada, los días pasaron como un torbellino
luego del primer cumpleaños de mi duende. Diligencias, cansancio, pediatra,
viaje de mi esposito, trabajo, paseos… La verdad no tuve mucha cabeza para
escribir.
El domingo 9 de
junio de 2013, pasando unos días en casa de mi mamá, Gabriel gateando libre de
un lado para otro, en un momento, decidió levantarse y caminar de mi cuarto a
la sala, así sin agarrarse ni más… todos asombrados y felices, caminaba y
caminaba, y desde ese momento no ha parado de caminar. Este logro lo cumplió
justo cuando tenía un añito y 20 días… Ahora es mi duende caminante:)
Yo no estoy nada
nerviosa, me siento un poco más relajada, porque mi casa es pequeña, y lo puedo
dejar libre sin perderlo de vista, simplemente tengo que cerrar las puertas y
bloquear la entrada a la cocina y el feliz caminando de un lado a otro. Cuando
comenté que mi bebé ya caminaba, mucha gente me dijo, ahora viene lo más
cansón, viene la etapa más dura… Yo la verdad no lo he sentido así, me siento
más relajada poniendo a mi duende en el piso y que el explore todo lo que
quiera. Claro que hay cosas “fastidiosas”, descubrió el botón de encendido del
decodificador del cable, y muchas veces es su distracción, los controles
remotos son su adoración (como todo buen varón jajaja) y sabe sacar de su
puesto todos los DVD de papá y mamá, pero no he tenido que hacer cambios
drásticos.
También pensé que
me iba a poner triste cuando llegaran los golpes, y si me duelen en el alma,
pero me toca ser fuerte para ayudarlo a dejar de llorar, ya tiene 2 golpes en
la quijada, pero después del susto, al rato anda jugando otra vez.
Yo disfruto verlo
caminar, me parece mentira que ya lo haga, hace un año era mi pequeña bolita y
yo me sentía tan asustada, de pensar que no sabía ser mamá. Es increíble cómo
cambian nuestros hijos en tan poco tiempo. También me siento satisfecha de todo
lo que hemos logrado mi bebé y yo, sin dejarnos llevar por tradiciones, cuentos
de antes, yo he seguido mi instinto, nuestro ritmo, sin presiones y ha sido
fabuloso!
La parte divertida
de esta nueva etapa, es que ahora sí, cuando estamos solitos, se me acabó la
privacidad en el baño, mi duende caminante me acompaña de principio a fin,
mientras me toca hacer la visita al “trono” o_0.
Bien! que suerte que comenzó de un día para otro, te ahorraste el dolor de espalda ;)
ResponderEliminarjejeje bueno ya tenia varias semanas que caminaba agarrado de mano, pero no le gustaba mucho, tal vez por eso se soltó jajaja
EliminarEnhorabuena!! Es un gran logro que ande solito. Me hace gracia lo de la privacidad en el baño, porque a mi me pasa exactamente lo mismo..jajaja..y es que mi peque va a cualquier sitio que vaya yo!
ResponderEliminarUn besito
Gracias Lia! Si es feliz caminando, jugando con nuestro gato. Y pues si, creo que todas las mamás hablan de la pérdida de privacidad con este paso jejeje, mi duende hasta me abre las piernas para ver que estoy haciendo.... para morirse jajajajajaja. No me imagino cuando empiece a hablar jajaja
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