Ayer 16 de septiembre, ya un año que te nos fuiste de la manera más inesperada. Por esas fechas mi cuerpo estaba cambiando y aunque yo tenia leves sospechas, mientras lloraba tu partida, un regalito dentro de mi comenzaba a crecer.
Me hubiera gustado ver tu carita y curiosidad al ver a mi pequeño Gabriel, pero sé que desde el Cielo de los Gatunos todas las noches nos ronroneas.
Te extraño mucho mi Manchis, mi gordurita querida!
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